Jardín Botánico de Barcelona
El nuevo Jardín Botánico se construye en la vertiente septentrional de la montaña de Montjuïc, entre el Estadio y el Castillo, a una altitud de 150 m sobre el nivel del mar. Se extiende sobre una superficie de unas 14 Ha. que, por sus dimensiones, constituirá uno de los mayores espacios verdes de la ciudad de Barcelona. El relieve es variado: hay desniveles de más de 50 m y el conjunto forma un gran anfiteatro orientado al sudoeste y abierto al valle del Llobregat, desde el cual se visualizará el Anillo Olímpico y una gran perspectiva de la ciudad y la Sierra de Collcerola.
En el proyecto para el nuevo Jardín Botánico de Barcelona las plantas se distribuirán de acuerdo con su procedencia geográfica y vivirán agrupadas según afinidades ecológicas. De esta manera el diseño del Jardín incorpora los conceptos y avances más importantes en el campo de la Biología que puedan ser reflejados en la estructura de un jardín.
El proyecto propone la utilización de una malla triangular como estructura fundamental, lo que permite diversificar las orientaciones con el mínimo movimiento de tierras: también facilita la creación de microclimas locales que permitan distribuir las unidades de vegetación de acuerdo con sus necesidades ecológicas y la orientación de las perspectivas en cada punto del jardín.
El orden del jardín se establece interrelacionando los mosaicos (plantas) con los transeptos (secciones) de acuerdo con los criterios que proporciona la naturaleza.
Las unidades fitogeográficas principales se disponen de manera radial. Esta composición proporciona un discurso único que permite organizar el conjunto del jardín.
En el extremo noroeste se agruparán las plantas procedentes de las Islas Canarias, muy espectaculares y a menudo relacionadas con la flora tropical que ocupaba la región mediterránea antes de los periodos glaciales. Más hacia el centro habrá una zona dedicada a la flora del Norte de África, muy parecida a la nuestra, pero muy rica en vegetales arbustivos, que se acostumbran a adaptar perfectamente al clima de Barcelona.
En el centro mismo, en el corazón del jardín, y en una posición privilegiada, se encontrará la vegetación catalana y, en general, de la Península Ibérica e islas adyacentes, núcleo alrededor del cual se organiza el resto del jardín.
Seguidamente en la vertiente que se orienta al Norte vegetación de la montaña mediterránea, incluidos los vegetales de la Europa húmeda que se infiltran. Se encontrarán también muestras de la vegetación del Mediterráneo oriental y de las montañas templadas y húmedas próximas al Mar Negro, que constituyen, con las Islas Canarias, el principal refugio de la antigua flora preglacial del sur de Europa.
En el extremo meridional estará la flora de las regiones homoclimáticas con la nuestra, de Chile, África del Sur y Australia, lo que permitirá establecer comparaciones entre todas ellas y observar los extraordinarios fenómenos de convergencia que conducen a que formas originariamente muy diferentes, evolucionen hasta adoptar un aspecto muy parecido y adaptarse así al ambiente en que han de vivir y en primer lugar a la prolongada sequedad estival de los climas mediterráneos.