Edificio Intermodal del Aereopuerto de El Prat
El edificio intermodal y de conexión con las terminales A y B se caracteriza exteriormente por una fachada que se extiende mas allá de la propia dimensión del edificio, ya que se intenta establecer una continuidad entre las fachadas de la Terminal B, desde el mural de Miró y la Terminal A.
El Proyecto plantea una fachada neutra en su tratamiento para no crear mimetismos con las fachadas actuales. Es por ello, que se propone una fachada de perfiles de aluminio extrusionado de 11metros de longitud, que se alinea con las fachadas de las terminales vecinas.
El volumen del nuevo edificio se sitúa separado del nuevo cerramiento de fachada y actúa como un volumen independiente, con una envolvente de cuatro caras con doble piel. La piel interior es de pavés opal. Mientras que la interior es de poli-carbonato. El espacio intermedio se utiliza como galería de servicios.
El gran espacio interior que articula los flujos y circulaciones de pasajeros ofrece un ambiente nítido y relajado. Un gran volumen rodeado de un muro perimetral de vidrio translucido iluminado, le otorga una condición de espacio flotante y perpetuamente vacío, aunque se encuentre lleno de personas.