Por la Mano
El anillo Olímpico contiene un “Brazo” de usos deportivos posicionado claramente en línea y unido por un anillo inferior de circulaciones que cose los distintos edificios. La posición del solar para el Pabellón Olímpico remata este brazo en su extremo más al norte de tal modo que es un punto natural de contacto con el resto del territorio, sobretodo a través de medios de transporte público como el metro tan importante para garantizar la accesibilidad de un recinto para grandes y medianas afluencias como es éste.
La mano es una de las herramientas más eficaces del mundo natural, no es extraño por tanto que una vez desplegadas las estrategias del proyecto la configuración en forma de mano haya resultado tan eficaz que se ha convertido finalmente en el diseño del edificio. Y que recoge superpuestas una gran cantidad de soluciones de todo orden, acogidas bajo esta metáfora.
La “Mano” se extiende para brindar una oportunidad de acercamiento, una mano-cavidad que al mismo tiempo ofrece un espacio protector en forma de cuenco que acoge al público que va a ver el espectáculo, y que permite entre sus dedos ofrecer una conexión abierta con la ciudad.
Cuando Picasso incorpora las manos de sus personajes en el Guernica sus dedos no sólo están dibujando la mano sino que al proyectarse en todas dierecciones construyen el espacio circundante. Se considera por tanto, al mismo tiempo los espacios construidos y los vacíos entre ellos, entendiendo que la arquitectura y la valoración del espacio que le da carácter en gran medida se encuentra en estos espacios intermedios, espacios de tránsito entre los objetos arquitectónicos. El vacío, por tanto, nunca es lo que sobra, es más bien en torno a lo que todo gira. El espacio para poder ser habitado, necesita llenarse de vacío.
La mano vacía su apoyo, se levanta para permitir verse, y en el mismo gesto proyectual acomoda los accesos en cada uno de los dedos-graderío, convirtiendo a estos en cubrición o espacio protegido de acceso. Esta disposición estratégica nos facilita igualmente que la luz natural pueda ser incorporada al programa de usos que se ubica por debajo de las gradas.
La estratificación del programa en estas cotas eleva y separa al publico del resto permitiendo que los accesos y ubicación de las diferentes partes del programa puedan ser utilizados con recorridos y accesos independientes. De este modo la reprogramación del edificio al finalizar las olimpiadas es mucho más flexible dado que los dedos dotan al conjunto de escalas diferentes segregables o jerarquizables lo que permitirá reordenar fácilmente el conjunto con otros usos, sin tener un condicionante escalar coercitivo.
Estructura Reflectante
A pesar de su gran tamaño los sistemas estructurales aplicados para la resolución del edificio han sido ya ampliamente utilizados con óptimos resultados. Para sustentar los grandes voladizos que permiten levantar los dedos-graderío se utiliza el canto completo de cada sala con grandes cerchas de estructura metálica.
A partir de estas paredes verticales huecas y estructurales se despliega una malla basada en las estructuras de compresión flotante de Kenneth Snelson, también conocidas como tensegrity. Se trata de estructuras muy ligeras a base de cables a tracción y barras verticales a compresión, que además en este caso irán tratadas con una pintura fotoluminiscente que permitirá que sean vistas como leves lámparas flotantes.
Piel Porosa Activa
La formalización de la superficie exterior del edificio surge de la necesidad de crear una piel porosa en la que los puntos que le dan carácter o imagen exterior son en realidad poros especializados en los que se incorporan los elementos tecnológicos necesarios para el funcionamiento del edificio. Entre ellos serán de especial importancia los puntos de captación energética solar a través de células fotovoltáicas y paneles formados por tejidos solares que permitan aprovechas la gran superficie de cubrición del edificio desde el punto de vista energético.
Esos mismos poros activables contendrán los sistemas de impulsión y retorno de climatización, permitirán la ventilación natural como si se tratase de poros naturales que se abrirán o cerrarán para producir el intercambio.
Al mismo tiempo se deja la posibilidad en el sistema de fachada de que esos mismos puntos activables o implementables puedan incorporar en un futuro aquellas nuevas tecnologías que durante la larga vida del edificio permitan su rehabilitación para buscar un mejor y más óptima utilización del mismo.
Cada elemento resuelve por tanto a un tiempo múltiples solicitaciones desde una solución arquitectónica coherente que no evita el aprovechamiento de la imagen promocional no sólo del edificio sino del evento para el que nace pero sobretodo para la ciudad que lo acoge.