CEIP Ferrer i Guàrdia
La escuela se divide en dos partes, el aulario y un cuerpo bajo destinado a comedor y gimnasio.
El aulario se ubica en una barra entre medianeras y alineado con la calle Roger de Llúria que se cierra a la calle y se abre al interior mediante el filtro de unos patios que controlan la luz natural y construyen una serie de volúmenes vacíos de 3 plantas de altura, usados como patios infantiles.
Una escalera lineal comunica las tres plantas y construye un espacio interior que se convierte en protagonista, cosiendo las tres plantas en un solo volumen que recibe luz filtrada a través de una sucesión de aberturas ritmadas verticales.
En la fachada a la calle esta solución se combina con la voluntad de enfatizar la opacidad de este cuerpo, marcando sólo en planta baja el acceso independiente de la escuela infantil con un movimiento de la fachada que genera una dilatación de la acera.
El acceso principal a la escuela se produce desde el patio principal por un porche que une el aulario con el cuerpo de servicios y a la vez compartimenta el patio de una manera natural entre infantil y primaria.
La escuela se construye en bloque de hormigón blanco con junta vertical y una serie de celosias también de hormigón en solución de continuidad interior y exterior que configuran el lenguaje del edificio.
La densidad y calidad de las imágenes interiores de algunos edificios de Aldo van Eyck y Hetzberger nos acompañaron durante todo el proceso.