Esteban-Gaffuri-Torrado Arqs.
Szuldman-Zambonini Arqs.
Fotografias Francisco Berreteaga
El complejo de tenis, que se desarrolla en la reserva deportiva del Club de Campo Hacoaj Tigre, se conforma de un sistema de diez canchas de tenis de polvo de ladrillo. Ocho de ellas dispuestas de a pares y las dos restantes como canchas principales, cabeceras del complejo. Todos los caminos entre canchas son de piedra partida de ladrillo suelta, logrando una gran superficie continua de color uniforme y texturas variadas.
Sobre la cancha principal, un pequeño edificio sirve de apoyo al sistema y concentra todas las funciones requeridas: gradas, terraza, bar, baños y administración. El edificio toma todo el largo de la cancha y se encuentra elevado, generando así, una grada continua. Sobre este basamento se dispone una terraza, expansión del bar, con vistas largas sobre el complejo.
Muros, gradas y piso, están resueltos en ladrillo visto, dando como resultado la continuidad deseada con el resto del conjunto.
Una estructura metálica resuelve la cubierta y su voladizo sirve de visera sobre las gradas. El cielorraso de madera y el color óxido de la estructura (a través de un tratamiento con ácido y laqueado para detener la oxidación), se engaman con los diferentes tonos del ladrillo.
Así, la elección intencionada de los materiales y el ritmo de la estructura, que se repite en forma modulada, generan una continuidad visual y espacial entre el interior y el exterior, recreando el clima deseado para actividades deportivas al aire libre y conformando al edificio en un verdadero punto de encuentro del sector.