CASA 89
El entorno
Nos encontramos en la típica urbanización de casas y parcelas heterogéneas -de poca calidad arquitectónica- a la vertiente sur de la cordillera prelitoral catalana, en un terreno con pendiente y geometría romboidal, hundido respecto de la calle.
La fuerte y abrumadora presencia de la medianera de la edificación vecina, fuera de normativa, se compensa con una direccionalidad clara de nuestra edificación hacia las vistas en la comarca del Vallès.
Propuesta
La primera decisión fue la de acumular y compactar toda la construcción en la parte alta del solar. Toda en planta baja -la normativa permitía PB+1.
Los límites edificables –3 m a vecinos y 6 m en calle- definieron la forma. Suavizamos la arista más aguda para hacer el acceso del coche. La máxima pendiente de la rampa de acceso definió la cota rasante de la casa. Hacia el sur, donde no necesitábamos más metros, termina la casa y empieza el jardín. Todo mira al jardín, y tras el jardín al valle, al sur, al cielo...
Durante la obra, el hallazgo de una cloaca pública dónde tenía que ir la fachada norte, nos obligó a deformar la casa y estirarla adelante. Las aristas se agudizaron.
Presencia y materia
Desde la calle la casa es objeto. Los muros ciegos –hormigón in situ- giran y la cubierta se convierte en fachada. Sobre el volumen gris, las chimeneas de acero, los dos lucernarios y el patio, crean una composición que cambia con el movimiento del peatón. El patio separa y une la casa con la calle, ilumina, ventila y relaciona. Fue la segunda decisión clave.
La puerta del garaje se resuelve con chapa lisa y perforada de acero lacado. Las carpinterías de aluminio se minimizan hasta desaparecer en pavimentos y forjado, las persianas de las habitaciones se empotran para dar continuidad dentro-fuera. A Sur, los postigos correderas de madera humanizan la construcción –austera- creando un espacio de galería entre la sala y el jardín.
Sostenibilidad
La casa está orientada norte-sur con el fin de tener un buen soleamiento y una eficaz ventilación cruzada. En la fachada sur, un alero de 1,5 m garantiza la protección solar al verano y la captación solar de invierno. La casa tiene luz natural en todas las estancias. El patio en norte es un espacio fresco que mediante la ventilación cruzada refresca toda la casa. El hormigón de las fachadas y la cubierta de hormigón y gravas dotan el edificio de una buena inercia térmica.
El proyecto ajusta el programa al máximo consiguiendo un edificio pequeño, compacto y fácil de construir.