Existen culturas que son capaces de ceder características humanas a ciertos elementos que en principio no lo son experimentando así con una recomposición radical de los repartos de continuidad entre naturaleza y cultura. Mientras subvierten las convenciones clásicas entre lo humano y lo no humano, estas culturas son capaces de crear nuevas realidades introduciendo información adicional que no podríamos explicar a partir de las propiedades originarias de los elementos que las componen por separado. Nos gustaría proponer trabajar precisamente con estas situaciones intermedias, donde los objetos empiezan a adquirir ciertos rasgos de elementos animados como técnica que nos permita explorar nuevos escenarios cultural, política y ecológicamente más diversos acordes a las necesidades de nuestro presente.
En este sentido “Mountain” es un pabellón que tuvo como objetivo la construcción de un espacio de reunión con la voluntad de que, por una parte los usuarios fueran parte activa durante el proceso de proyecto estimulando protocolos colectivos de empoderamiento creativo.
Para ello durante los días previos al montaje del pabellón se pidió a la comunidad que posteriormente lo utilizaría que diseñarán, a partir de una forma hexagonal base, las piezas que después formarían la envolvente durante la celebración de una serie de workshops abiertos al público. Nos interesa la geometría como una técnica que es capaz de generar información, más o menos codificada, capaz de funcionar como lenguaje común.
Posteriormente se produjeron los patrones resultantes y se montaron sobre la estructura como si de un vestido a medida se tratara generando un espacio comunitario, corporal y sensitivo donde el público reconoce su propio diseño al lado de otros que no habían visto antes. Entendemos la arquitectura como un espacio de exploración de procesos de subjetivación a partir de la construcción de narrativas que permitan a la creatividad de lo cotidiano liderar la articulación de sociedades más democráticas.
En planta el pabellón tiene una forma irregular que permite que el espacio, pese a su reducida superficie, sea capaz de generar diferentes tipos de espacios fomentando tanto su apropiación por parte de los usuarios como evitando la existencia de un centro excesivamente claro que evitara conversaciones cruzadas.
Así en este caso la envolvente del pabellón se configura a través de un trenzado básico de 14 filas de hexágonos que recubren toda la volumetría sobre la que se colocan elementos florales.
Esta envolvente "natural" cambia a medida que los días van pasando y a su vez es capaz de atraer otros tipos de animales e insectos que la van colonizando poco a poco. Cada hexágono a su vez está compuesto de una serie de composiciones geométricas a partir de cortes y dobleces que hace única a cada fila además de permitir albergar cada una de ellas a un determinado tipo de flor ordenadas de blanco a morado pasando por amarillo.