INTEGRAL RENOVATION AND INTERIOR DESIGN OF AN APARTMENT IN RUSSAFA
La reforma que hoy os mostramos, como ya os hemos contado anteriormente en otros de nuestros proyectos, surge del análisis de una serie de condicionantes que nos sirven como punto de partida para el desarrollo de la solución que mejor se adapta a las necesidades de nuestros clientes, en este caso una pareja joven con dos hijos, y al espacio existente, una vivienda de generosas dimensiones situada en Russafa.
Condicionantes del cliente:
Tres eran las premisas de partida que los clientes nos plantearon en la primera reunión de trabajo que tuvimos con ellos.
Una de las primeras preocupaciones de los clientes, como ocurre siempre que diseñamos o reformamos una vivienda, es el programa de necesidades, al tratarse de una familia con dos hijos, sus principales necesidades eran que su nuevo hogar tuviera tres habitaciones, dos baños y un gran espacio de día formado por el comedor, el salón y la cocina.
Otra de las preocupaciones de los clientes era la intención de mantener, en todo lo posible, la distribución original de la vivienda.
Y por último otro de sus deseos, que nosotros compartimos con ellos desde un primer momento, era mantener en los principales espacios de la vivienda las molduras existentes, ya que estas eran el único elemento del espacio existente bien conservado y con cierto interés que podría ayudarnos a la hora de diseñar la nueva vivienda y dotar a esta de un carácter especial.
Condicionantes del espacio existente:
El espacio del que partimos es la típica vivienda de la zona de Russafa donde la zona de estar y cocina recae a un gran patio de manzana muy luminoso y los espacios de noche recaen a la calle.
Se trata de una vivienda de aproximadamente 110 metros útiles de los años 40 prácticamente de origen.
Como ya hemos comentado anteriormente los únicos elementos bien conservados y con cierto interés de la vivienda eran las molduras que remataban los altos techos de los espacios más importantes de la vivienda.
Propuesta:
Con el proyecto de reforma se plantea crear una vivienda dividida en tres grandes zonas, la zona de noche que prácticamente se mantiene de la vivienda original formada por tres dormitorios y la zona de acceso.
La zona de baños que se sitúa en el centro de la vivienda, fácilmente accesible tanto desde la zona de día como de noche.
Y otra gran zona, que recae al patio de manzana, en la que sí que actuamos creando un gran espacio de día formado por la sala de estar y comedor, una pequeña zona de desayunos y el elemento más singular de la intervención, la cocina.
La zona de columnas de la cocina se plantea como el elemento principal de la vivienda, entorno al que se desarrollan todas las actividades que una familia desarrolla a lo largo del día en su hogar.
Este elemento, que se materializa como un gran espacio de almacenamiento de color negro, nos ayuda a distribuir las tres zonas que conforman el espacio de día.
Se crea un gran espacio fluido cuyas tres zonas están claramente delimitadas y acotadas por esta gran "caja negra".
A definir estos tres espacios también nos ayudan las molduras existentes, estas delimitan cada una de estas zonas y nos ayudan a dar a la vivienda un carácter especial, que nos transporta a los años en los que se construyó el edificio, objetivo que perseguíamos junto a los clientes desde un primer momento.