EMERGENCY HABITABLE PROTOTYPE
El Guardián del Chimborazo
Arquitectos: Alejandro González, Juan Carlos Bamba, Ignacio de Teresa, Robinson Vega.
Ingenieros Civiles: Pedro Córdova y Gilberto Martínez.
Ingenieros Químicos: Cristy Lozada y Miguel Ángel Gálvez.
Colaboradores: Elisabeth Pinto, Beatriz Nivelo Román, Andrea Chabla Saltos, David Peralta Inga, Carolina Romero, César Andrés Aguirre, Anthony Rivera, Luis Tixe, Raquel Foronda, José Vergara, Manuel Peñaloza.
Año: 2017
Superficie: 5,76 m2
Presupuesto: 40.000 $
El objetivo del proyecto es testar en condiciones extremas, en dos laboratorios naturales, el volcán Chimborazo y la Antártida, prototipos habitables de emergencia construidos con paneles prefabricados de ecomateriales desarrollados a partir de fibras naturales desechadas por la industria alimentaria, proponiendo un hábitat en donde la utilización de lo gratuito, puede llegar a suponer un verdadero avance en la arquitectura de lo necesario.
El prototipo habitable de emergencia se sitúa en el Volcán Chimborazo, el punto más cercano al Sol a 4.850 msnm, próximo a una zona de aparcamiento donde se realiza el ingreso peatonal a las inmediaciones del Refugio Carrel.
El proceso del proyecto se desarrolla a través de 5 fases: Investigación, Recolección, Experimentación, Fabricación y Construcción. Durante la investigación, se estudian todas las materias primas naturales que han sido experimentadas y utilizadas como materiales de construcción en la arquitectura dentro del contexto internacional, para posteriormente hacer un estudio de los recursos naturales y residuos de la agroindustria existentes en las cuatro regiones del Ecuador. Una vez localizadas las materias primas, en el territorio nacional, se recolectan, a través de una serie de viajes hacia la costa, sierra y oriente.
Tras la recolección, se inicia un proceso de tratamiento de material natural y experimentación mediante ensayos mecánicos, químicos y físicos, que permitan valorar y seleccionar las materias primas más adecuadas, como por ejemplo el bambú y fibras naturales( coco, banano, paja de páramo, cascarilla de arroz, abacá,...), para el desarrollo del proyecto, en cuanto a sus propiedades de conductividad térmica, resistencia mecánica o impermeabilización.
La fabricación se desarrolla en la Planta de Investigación de Ecomateriales, y se divide en varios procedimientos: tratamiento, secado, cortado, limpieza, pegado, prensado, cortado y sellado. Utilizando los equipos de seguridad, las máquinas y las herramientas adecuadas, se producen tableros mixtos de diferentes materiales, cuyas dimensiones están determinan por el ancho de la prensadora 1,20m pero no en su largo, pudiendo alcanzar longitudes de hasta 3,60m.
Se desarrolla una prefabricación de materiales naturales, bajo procedimientos artesanales, con enorme precisión en el montaje de las piezas. Un proyecto académico-interinstitucional, colaborativo y participativo, que abre infinitos caminos para la investigación entre la agricultura y la arquitectura.
En este lugar se encontraba en mal estado la caseta del vigilante, “el guardián del Chimborazo”, lo cual resulta ser la oportunidad para darle al prototipo una segunda función, además de la de servir como laboratorio de pruebas para el prototipo de la Antártida, que consiste en darle refugio al vigilante en un lugar ubicado muy próximo a la antigua construcción. Se mantienen las preexistencias del lugar: el camino de piedras, el huerto, y los pilares de la caseta en los que se ubica una bandera del proyecto como hito de referencia.
El prototipo consta de 2 módulos de las mismas dimensiones (1,20 x 2,40 m) que se diferencian porque uno de ellos incorpora la puerta de acceso al refugio en la parte larga a través de unas escaleras metálicas.
El contacto con el terreno se resuelve mediante una cimentación superficial de gaviones relleno de piedras volcánicas de alta resistencia del lugar, lo que conlleva un impacto ambiental o huella ecológica mínimo. Para evitar el desplazamiento del refugio en caso de sismo se ancla mediante varillas corrugadas de acero de alta resistencia a 20 cm de profundidad; estas varillas además de anclar el refugio al terreno sirven como elemento de unión con las placas metálicas que generan la unión entre el la cimentación y la estructura del refugio. La estructura se compone de 3 componentes independientes que se construyen por separado mediante la unión de panales prensados de caña guadua: la cubierta, las columnas y base.
Cada uno de los elementos se construye mediante la unión de 4 paneles plasbam con pernos galvanizados; el espesor total de los elementos varía entre los 7 y 8 cm (irregularidades debidas a la forma troco cónica de la caña guadua). La separación adecuada entre pernos asegura el cumplimiento de los paneles estructurales con los esfuerzos de las cargas según la capacidad de resistencia a compresión y tracción. El arriostramiento de la estructura se realiza mediante vigas de diferente peralte, en la base y la cubierta, compuestas por 3 capas de caña guadua (tresbam).
La envolvente del refugio es un complejo sistema de capas que intercambia energía entre el interior y el exterior. La capa exterior debe incorporar las fibras naturales que tengan propiedades impermeabilizantes y resistentes mecánicamente: impedir la filtración de agua al interior y evitar roturas en la superficie; la capa intermedia debe incorporar el aislamiento térmico: impedir el paso de la energía del interior al exterior y viceversa; y la capa interior debe incorporar fibras naturales con propiedades ignífugas y de confortabilidad: rechazar la combustión y proteger contra el fuego, y ofrecer un ambiente confortable por la textura del acabado. Esta envolvente que cierra el prototipo se compone de 2 paneles aislantes que responden a todas las condicionantes climáticas extremas: frio, viento, nieve y humedad.
El panel de envolvente exterior sirve de arriostramiento de los pórticos estructurales al agarrarse a ellos con pernos de alta resistencia. Este panel tiene un espesor total de unos 7 cm y está compuesto, desde dentro hacia fuera, de las siguientes capas: tablero plasbam interior (2 cm) con impermeabilizante natural agarrado con pernos a un marco de madera dura (chanul) rigidizado por diagonales, que se separa por una cámara de aire (1 cm) del panel interior; cascarilla de arroz tratada rellenando el espacio que se forma entre el plasbam y el marco de chanul comprimido con pegante en ambas caras externas (4 cm), plástico de alta resistencia adherido al marco perimetral mediante cemento de contacto, capa de abacá tratada prensada a una capa de tripa de bambú acabada con impermeabilizante natural y atornillada al marco (1 cm).
El panel de envolvente interior se compone de las fibras con la mayor capacidad aislante y debe tener mayor espesor que el exterior y ser ligero para facilitar su puesta en obra. Este panel tiene un espesor total de unos 16 cm y está compuesto, desde fuera hacia dentro, de las siguientes capas: capa de tripa de bambú tratada y rigidizada con papel reciclado (0,5 cm); capa de paja de páramo tratada de 15 cm de espesor comprimida sin pegante (15 cm); capa de coco o raquis de banano tratada y prensada (0,5 cm).