Querol House
El claro geométrico en el bosque
La idea principal de la casa es construir un gran patio de 30 m. x 30 m. en el bosque de Karen en Nairobi, como si hiciéramos un claro geométrico en él para poder habitarlo desde uno de sus lados. Las tapias que construyen este espacio potencian el bosque, que surge detrás de ellas, integrándolo en la vida diaria de los habitantes de la casa con los cambios de luz que lo atraviesan, el movimiento del aire reflejado en sus ramas o los sonidos de los animales que lo habitan. Se podría decir que es un claro estático que permite detectar el dinamismo de la vida del bosque que lo rodea. La casa, con unas dimensiones de 30 m. x 7 m., se estira al máximo posible ocupando uno de los lados del patio para poder abrirse totalmente a él, a través de tres grandes huecos de 2,20 m. de altura y anchos de 5, 10 y 5 m. Estos huecos se cierran con 4 grandes puertas correderas de cedro de 5m de ancho, que se deslizan totalmente sobre unos machones centrales de hormigón de esta misma medida. De esta manera, cuando están abiertas, el espacio de la casa es como un espacio en sombra abierto sin interrupción alguna al patio. El suelo de la casa y de la plataforma, realizado en tablones de cedro de 20 cm. de ancho y una pulgada de grosor, potencia esta continuidad espacial.
Esta posibilidad de vivir día a día al aire libre, sin vidrios si quiera, en una gran sombra, como si fuera debajo de un árbol en la sabana africana, es una experiencia interesante, posible en Nairobi donde lo más necesario es protegerse de la intensidad del sol directo, casi perpendicular, y asegurar una ventilación cruzada. La experiencia es extrema cuando se asiste, durante los periodos de lluvias, a las tormentas africanas en las que parece que se cae el cielo a tus pies.
Para las noches que refrescan, sobre todo en la llamada “época fría”, la casa cuenta con 8 lugares donde poder realizar fuegos: un espacio circular en la plataforma, una chimenea en el salón, otra en el estudio, 4 en las habitaciones y una sauna en el otro extremo del patio. Esta relación diaria con el fuego forma parte de la cultura africana, tanto desde el punto de vista de la alimentación y del confort, como del ritual y el simbolismo. De ahí surge el espacio circular excavado, de 5m. de diámetro, donde se pueden realizar hogueras y barbacoas en el centro del claro del bosque, cuando los sonidos y los misterios acechan a la oscuridad de la noche. El patio principal está dividido en tres bandas de lado a lado: la plataforma de cedro que contiene el espacio circular descrito, la zona de agua con dos zonas –calle para nadar de 30 m. x 2,40 m. y 1.50 m. de profundidad y zona de relax de 0.50 cm.- y la zona de tierra con acacias. La zona de agua junta sus dos partes en un único plano, de 30 m. x 9,60 m., como si fuera un espejo donde los reflejos cambiantes del cielo, nubes y estrellas, y del bosque se incorporasen al espacio de la casa.
Todo el espacio del patio se conecta en planta baja con la casa, estableciendo 3 partes principales: salón/estar, cocina/comedor y estudio/biblioteca, que se sitúan en continuidad y sin puertas entre ellos, pero con elementos intermedios que ayudan a su intimidad. El salón/estar se configura con un doble espacio que conecta las dos plantas a través de una escalera construida con tablones de cedro de 30 cm. de ancho y 2 pulgadas de canto. Esta escalera empotra sus huellas en el muro de hormigón en un lado y se engancha, a través de juntas en cola de milano, con vigas y elementos verticales de madera en el otro. Los materiales básicos de la casa son hormigón y distintas maderas. El hormigón está encofrado con tablas de ciprés de 20 cm. de ancho, lo que establece el módulo de los espacios, huecos y fachadas. Una vez utilizadas, estas tablas de ciprés, se han limpiado, lijado y barnizado para ser utilizadas como pavimento en la planta superior. El hormigón se ha realizado de forma tradicional: amasado en una hormigonera, trasladado en carretillas, subido con palas a través de estructuras auxiliares, vertido con platillo y vibrado con un pequeño motor de dos tiempos. Todo ello con una admirable coordinación rítmica, casi musical.
Las tablas de cedro tropical, de 20 cm. de ancho y 1 pulgada de canto, han construido el suelo de la planta baja y la plataforma exterior en continuidad con él. También con estas tablas se han construido las puertas correderas de 5 m. de ancho que dan al patio y la puerta de acceso a la casa. Para terminar, la caoba africana ha construido los 30 m. lineales de armario que se sitúan en la planta superior y el mobiliario the line que se ha diseñado para esta casa.