Access to the domes of Málaga's Cathedral
La intención del Cabildo al acometer estas obras era hacer visitables por el público las cubiertas de la Catedral. Las cubiertas se localizan en dos niveles, el inferior que cubre las capillas laterales, constituido por unas terrazas con solería de mármol, y el superior que remata las bóvedas de naves, crucero y girola, forradas recientemente con cerámica. Estas cubiertas tenían un acceso muy fácil para labores de mantenimiento pero, por razones de seguridad, no estaban preparadas para recibir al público. Al acometer el Proyecto de acceso a las cubiertas, el propósito fue conseguirlo cumpliendo con una premisa principal: la obra debía de ser totalmente reversible, de modo que si en algún momento futuro, por la razón que fuese se hiciera necesario desmontarla, no quedase rastro de ella. Una segunda premisa fue que la obra resultara lo menos visible posible, de modo que el protagonismo de la visita quedase en exclusiva para la fábrica pétrea; no distraer.
La primera de las premisas se ha cumplido exactamente con decisiones formales y conceptuales fuertes, como la de descansar las plataformas de madera que reciben a los visitantes a su acceso al nivel superior, sobre dos vigas simplemente apoyadas sobre la fábrica de sillería, y también mediante una labor muy detallada para conseguir, por ejemplo, que los anclajes de todas las piezas se empotren en juntas de la sillería de modo que ésta no se ha perforado en ningún encuentro. La segunda premisa, la mayor invisibilidad posible, se ha querido conseguir con una meditada elección de los materiales nuevos y un dibujo cuidado de aparejos y encuentros. Se optó por establecer un catálogo de materiales: la madera, el hierro, el acero inoxidable que, capaces de resolver con eficacia nuestras necesidades técnicas y formales contemporáneas, por su calidad, pudiera disponerse al lado y encima de la potente fábrica de sillería diferenciándose de ella sin desmerecer.
También se han utilizado, con la misma consideración en su relación con la fábrica heredada, aunque no están a la vista, otro catálogo de materiales de la familia de los derivados del petróleo, en la instalación eléctrica. Con esta obra se pretendía que la visita fuera posible por la noche y al atardecer con las mismas garantías que durante el día, por ello se prestó especial atención al proyecto de iluminación, elección de luminarias, diseño de los tendidos, en suma, a toda la instalación eléctrica. En esta obra, que es una auténtica promenade architectural, un paseo artístico, los recorridos son fundamentales. El mayor esfuerzo se ha concentrado en las cubiertas superiores; se trata de una sucesión de pasarelas distintas, debido a las diferencias existentes entre la girola y las variadas circunstancias de las naves, que parten de dos plataformas de madera dispuestas a la salida de los cubillos por los que se accede. Dos fueron las piezas cuyo dibujo exigió mayor empeño: el balaustre y su barandilla que tanto se habían de repetir, y las plataformas de madera.
Era preciso dibujar un balaustre que pudiera colocarse en las distintas pasarelas y que pudiera recibirse en cada caso a una altura diferente –por la necesidad de coincidir con las llagas de la sillería– mientras que las barandillas tenían que ser absolutamente horizontales cuando el suelo no lo era en ninguna parte.
Los balaustres además de contener en su fuste las regletas de “led” que iluminan de noche las pasarelas, soportan bajo tubo de acero inoxidable el cableado eléctrico. Los balaustres son de acero galvanizado pintado de negro como la cerrajería antigua de la Catedral obra de conocidos herreros, los pasamanos son de madera de iroko. También son de iroko las tablas de las pasarelas, de siete centímetros de potencia. Así como en las pasarelas las luminarias de los balaustre iluminan el peto exterior de piedra de modo que la iluminación del suelo viene por el reflejo en estos, la iluminación de las pasarelas se dispone bajo la barandilla, de modo que solo se ilumine el perímetros de la plataforma.
La contaminación lumínica hacia el exterior es cero y al interior la luz muy suave. Los visitantes llegarán a estas plataformas de madera, dimensionadas para que un grupo de 50 personas pueda disfrutar de las vistas y recuperase de la esforzada subida por los cubillos. La iluminación de las escaleras que suben por el interior de los cubillos, se ha querido muy suave para no romper su valor espacial. Se resuelve mediante una barandilla helicoidal de hierro negro muy fina -que sirve además de pasatubo del cableado ahorrando así otro tendido visible- de la que descuelgan unas luminarias para iluminar los peldaños, similares a las dibujadas para la parte superior. A los cubillos se accede para la ascensión a las cubiertas superiores desde las inferiores que discurren por encima de las capillas.
En esta parte del recorrido se han mejorado las condiciones de seguridad y acceso en algunos pasos difíciles y en puntos singulares como el acceso a una hermosa ventana que permite una vista espectacular del interior del templo. Se llega o se abandona la plataforma inferior por medio de las escaleras rectangulares situadas en las torres, las cuales se iluminan con un sistema semejante al de las escaleras helicoidales. El recorrido diseñado para la visita ofrece dos alternativas: empezar en el atrio de la Plaza del Obispo, subir por la torre sur y bajar por la norte al atrio del Sagrario o el inverso, en cualquier caso al llegar arriba al visitante le recibe la mejor vista de Málaga, su geografía y su historia.
Text by Miguel de Guzmán