Museo marítimo drassanes de Barcelona
Las Reales Atarazanas de Barcelona es un edificio del Gótico Civil Catalán que después de haber pasado por diferentes usos es en la actualidad el Museo Marítimo de la Ciudad, el complejo fue declarado Monumento Nacional.
Los principios arquitectónicos formales son tan potentes que siguieron inalterados y pautaron las diferentes ampliaciones del edificio dando lugar así a la construcción de gótico civil más grande de Europa.
Para la redacción del proyecto de reforma y restauración del conjunto arquitectónico se llevaron a término una serie de investigaciones arqueológicas que permitieron el conocimiento profundo de las diferentes construcciones. De esta manera el proyecto siempre tuvo presente todos aquellos aspectos relacionados con la restauración propiamente dicha, con la puesta en valor de lo construido, con la adecuación de los espacios interiores y con la museología.
Las diferentes fases de proyecto se han dirigido a la adecuación de los espacios para que los usos del museo fueran compatibles. La intervención requería de unas pautas que ayudaran a la realización de un proyecto unitario a lo lardo de los años.
La contigüidad entendida desde los cerramientos interiores y de la estructura.
Todos los cerramientos, ya sean oficinas, cafetería, almacenes, se sitúan siempre tangentes a la estructura de arcos que configura el edificio, para dar ligereza a la nueva intervención y resaltar la estructura original del edificio.
Los volúmenes siempre se sitúan entre los arcos, creando una sombra entre ambos y dando una imagen de gran contenedor-mueble.
Desde el punto de vista estructural, la contigüidad o tangencia se observa en la utilización de estructura de pilares metálicos tangentes a los pilares de piedra siempre que se requiera estructura en una nueva intervención. Éstas nunca se apoyan en las antiguas, exceptuando el caso el forjado intermendio del edificio Pere IV.
La transparencia de las Naves, derribando todos los muros, como por ejemplo el que separa la Llotja Sant Cristòfol de la Sala Capmany o ésta respecto del exterior y que impiden su visión longitudinal y transversal.
Para revalorizar el espacio isótropo de las naves se desplazan a zonas periféricas los espacios servidores. Los cerramientos se realizan en vidrio con perfilería de acero, para permitir la visión entre espacios.
Economía de materiales: Uso de cuatro materiales: pavimento continuo de hormigón para tener el menor número de juntas, dar valor a la cubierta y la bidireccionalidad de los arcos; paneles “prodema” en todo el programa que necesita de un volumen cerrado, mueble de grandes dimensiones; perfilería de acero en todos los elementos ligeros; y enyesado y pintado para todas las divisorias de obra tangentes a los arcos.
Ocultación de instalaciones: que permite garantizar la flexibilidad del programa y garantizar la continuidad del espacio isótropo. Esta estrategia se resuelve mediante galerías enterradas por donde pasan el aire acondicionado, la electricidad, voz y datos y aire comprimido. Se modulan los registros en cada pilar de piedra para garantizar la flexibilidad de la planta y darle ritmo.
Todos los detalles de restauración de las cubiertas han buscado tanto la adecuación climática necesaria en un edificio público en la actualidad, incorporando aislante térmico en forma de sandwich cerámico, así como la protección contra la humedad que se produce en las vigas de madera, al apoyarlas en una chapa metálica en lugar de encastarlas en la piedra.
Se ha restaurado también la muralla, consolidando el muro sin estropear la pátina de los años, con la disposición de unos marcos de acero inoxidable mate con las dimensiones del espacio anterior de las mirillas y el derribo del relleno de los arcos.
Estructuras: STATIC, NB35, CV ARQ, COTCA
Instalaciones: Milian asociados
Arquitecto Técnico: Javier Toledo, Alfonso Villarreal
Constructora: FCC, CLOSA