El proyecto consiste en la reforma interior de un local situado en el corazón del barrio de la Ribera, cerca del Palau de la música Catalana, en el estudio “109”: un amplio espacio a pié de calle que es a la vez una galería de arte, una peluquería y un salón de tatuajes.
La intervención tiene el objetivo de mantener la configuración espacial original lo más clara posible: las cabinas de tatuajes y el baño, que son los únicos espacios cerrados, se proyectan como volúmenes bajos, reconocibles respecto a los elementos originarios. El resto del local se mantiene como espacio diáfano, divididos en tres ámbitos siguiendo la estructura de la planta: la entrada se configura como sala de espera/ galería de arte; la zona central como zona de peluquería con una barra de bar para los clientes ; el fondo como salón de tatuajes con las dos cabinas al lado de la zona de estudio donde los artistas-tatuadores desarrollan sus dibujos.
Los detalles vintages y los muchos objetos y dibujos del equipo 109 decoran el espacio dotántolo de un eclecticismo intencionado.