Iglesia de San Lorenzo en Valdemaqueda. Madrid, Spain
Valdemaqueda presenta un caserío menudo y disperso. En una cota alta de la localidad, un gran ábside prismático identifica el emplazamiento del templo tardogótico que presidía el pueblo hasta que su nave fue destruida en los años cuarenta. Los únicos elementos preservados –una puerta renacentista y el ábside- han sido ensamblados en la construcción del nuevo templo, que con una arquitectura de paños desnudos recoge el testigo austero de ejemplos prerrománicos y cistercienses. Un cuerpo de geometría cúbica acoge la nueva nave, recrecido en la cubierta con lucernarios que identifican los distintos episodios del interior. Como si se tratara de un objet trouvé, la puerta de la antigua iglesia se superpone a los muros de doble hoja de ladrillo del cerramiento, rematando una construcción en la que la textura reemplaza al ornamento. El acceso, fuera del eje de simetría de la iglesia, se propone ahora como inicio de un recorrido procesional hasta el altar guiado por los elementos asociados a cada momento de la liturgia. Junto a la pendiente del suelo, la estructura apoya con sus elementos la asimetría del recorrido. Una pila de agua bendita, cincelada en un bloque de granito, incorpora en el testero oeste la única ventana con vistas del exterior, anteponiéndose a la pila bautismal que se enfrenta a la entrada. Ésta se sitúa bajo el lucernario que recorre el lateral norte de la nave para iluminar con luz rasante el muro en el que se abre el confesionario. Un segundo lucernario de mayor altura, que ocupa todo el ancho de la iglesia, sobresale de la cubierta en el encuentro entre el ábside y la nave. Su gran dintel se percibe como un diagrama visual interior que desempeña el mismo papel que el iconostasios de las iglesias orientales. Su franja transversal de luz precede al ámbito lúgubre del ábside existente, en el que se percibe el brillo tenue del retablo renacentista.