Piso Vilas
Vigo, barrio de Casablanca, un segundo piso de 67 metros cuadrados construido en el año 1961, con una orientación este-oeste, aunque cuando uno es bajito entre altos, todo acaba siendo norte.
Una joven pareja nos encarga reformar el piso para iniciar una nueva etapa.
La disposición original tenía un recibidor sin luz conectado con un pasillo central también ciego desde donde se distribuían todos los espacios de la casa que dan, o bien a un patio de manzana cuando menos caótico o un patio de edificio tan reducido que nos impide ver si tiene algún final superior.
Como los exteriores y las aperturas a estos no es algo que se pueda debatir en una reforma de un piso porque nos vienen impuestas, la decisión fue buscar un interior que compensase lo rudo y poco amable del exterior.
Se limpiaron las medianeras dejando vista la piedra que pasaba a tener un papel principal en la nueva configuración del piso, sirviendo de fondo para los dormitorios y la zona de día. Con ese único gesto y con la introducción de un tabique-almacenaje central, que se forró en madera lacada en blanco, se resolvía la nueva disposición del piso quedando articulado en tres bandas, una zona de día, una zona de almacenaje y una zona de noche con los dos dormitorios requeridos.
El suelo se resuelve con un parquet industrial de roble y la zona de la cocina, coincidiendo con la zona de entrada, se materializa con la misma solución de despiece en madera de pino lacada en blanco.