Casa en City Bell
“La GRAVEDAD que construye el ESPACIO y la LUZ que construye el TIEMPO .La Arquitectura como IDEA CONSTRUIDA” Alberto Campo Baeza
La vivienda se ubica en un barrio suburbano, y fue pensada para un sujeto que habitará de forma permanente, y para sus hijos, amigos, pareja, que lo visitaran esporádicamente.
De las charlas con el comitente se deslizan conceptos a los que se pretende dar respuesta arquitectónica, “una casa que pueda condensar la vida social en relación directa con el exterior, contemplando dentro de ella un espacio que albergue y defienda la intimidad, un lugar donde poder alojarse mientras el resto de la vivienda permanece dormida, un espacio de introspección, un oasis temporal.”
En respuesta a estos conceptos, la casa se materializa en dos elementos, a simple vista bien diferenciados: el Bunker, sólido, hermético, casi impenetrable; y el Plano de Acción, abierto, permeable, que disuelve los límites en constante fluir.
El Búnker es imagen poética singular, primitividad del refugio, morada para ensueños solitarios, región de intimidad. Prácticamente anulando el contexto exterior, “abre” un universo mas amplio, alojando al Ser en su realidad integral.
Al mundo exterior, se muestra pétreo, inmóvil, inmemorial, como una roca tallada. Pero hay Líneas que lo atraviesan, modelan, esculpen… Gravedad, Luz, Agua, Aire perfilan el Tiempo y el Espacio.
Su configuración interior “latidos del sujeto que lo habita”, definen un corazón cálido, blando, expansible… La geometría se trasciende.
La escalera en espiral deja de ser un mero elemento de conexión entre puntos distantes, es adentrarse en un universo misterioso, cósmico, alejarse por momentos de la vida mundana, “ascender” atraído por el desarrollo del foco axial...El Infinito.
El Plano de Acción, conformado por membranas transparentes, muros blancos, extensos solados, definen recintos dentro de un recinto mayor que son los propios límites del terreno.
El Verde neutro, y sus diferentes grados de apropiación.
El Agua, como parte indisoluble de la vida cotidiana, a veces espejo, otras recreación y fundamentalmente conexión entre el Mundo y el Yo.
La Luz, filtrándose cuidadosamente por los muros de hormigón.
La Gravedad, en constante desafío.
Y otra vez la Líneas. Líneas de familia, Líneas de amistades, Líneas de trabajo, hacen del espacio un constante devenir. Un lugar para la vida social.
Entre ellos, “dominando” la escena...muros de hormigón se elevan.
Y como la sintió un gran Maestro:
“...Pero la clave de la casa, el corazón, es el agua. Y la relación de la escalera con el agua. Pareciera que por esa escalera pudiéramos, ascendiendo, llegar hasta la luz. Y descendiendo, llegar hasta el fondo del mar...Y cuando la luz del cielo enmarcada se refleja en lo oscuro del agua profunda, se produce un momento de gran belleza.”