Casa Chalú
Las denominadas “Casas Chorizo” constituyeron una de las tipologías más sistematizadas en la ciudad de Buenos Aires a principios del siglo XX. Construidas en parcelas urbanas muy estrechas y profundas, se organizaban mediante un único corredor que comunicaba con todas las unidades que en aquel entonces arrendaban oleadas de inmigrantes europeos. Fue precisamente su estructuración longitudinal y repetitiva lo que dio origen a su nombre.
La familia Chalú entendió que recuperar una de estas unidades les daría la oportunidad de vivir en una casa ubicada en el centro de la ciudad por menos de la mitad del valor que indica el mercado inmobiliario.
De la construcción original fue posible reutilizar su organización en “L” adyacente al patio, sus fundaciones y con ellas los muros de cerramiento y carga que configuraban un espacio único de doble altura. El programa de necesidades exigió la construcción de un entrepiso únicamente interrumpido por la escalera que comunica las áreas comunes con las habitaciones de cada integrante de la familia.
La voluntad de introducir luz indirecta en el patio sumado a un presupuesto ajustado trajo aparejado un segundo reciclaje asociado esta vez a una técnica de revestimiento local olvidada por décadas: el revoque de cuarzo. En su lugar se optó por triturar in situ botellas de vidrio transparente, fijarlas sobre una base de cemento blanco y pulir sus aristas. Obteniendo de esta forma un tratamiento superficial capaz de hacernos olvidar por un momento el reflejo plano asociado a la técnica de flotado del vidrio. Recuperando en este patio la dimensión orgánica del cristal en forma de destellos irregulares que aparecen y desaparecen siempre de manera distinta.