Esta pieza se sitúa en un espacio sin resolver, existente en medio de un andamio, en el centro histórico de la ciudad de Granada.
Esta obra escultórica está construida con materiales puramente arquitectónicos como son la chapa de acero y Madera. Las características estéticas y conceptuales de este espacio efímero ofrecen como resultado una capa diseñada para generar resonancias acústicas dentro del entorno urbano. La reminiscencia acústica que ofrecen los materials utilizados y la conceptualización del sonido, permiten generar distintas formas de comportamiento artistico.
La Caja de Resonancia está formada por una doble piel; la exterior consiste en una chapa metálica perforada. El peso aparente de esta escultura especial, situada en el vacío central del andamio, contrasta con la ligereza y la elevación que se pretende alcanzar en su interior. Se convierte en un contenedor escénico en el que, mediante la luz y el sonido, surge el objeto materializado. La piel interior de esta pieza está constituida por un mosaic de perforaciones en círculos de dimensiones diferentes, que dotan de ligereza la pieza al dejar filtrar la luz. La estructura metálica conforma una cámara de aire capaz de albergar en su interior los dispositivos necesarios de luz artificial y sonido.
Los cerramientos norte y sur, así como el pavimento de la caja, son en realidad puertas abatibles de grandes dimensiones, que responden a una doble function: mejorar el tránsito peatonal durante el día, abriéndose y plegándose hasta formar un pasaje perpendicular a la dirección del andamio.