Sede de la EMT
El edifico se sitúa en un vacío en el que la ciudad ha perdido su trama urbana debido a la influencia del ferrocarril y de una vía rápida levantada del plano del suelo.
La radicalidad abstracta del proyecto responde a las especiales condiciones del lugar.
Es impactante y a la vez sugerente la tremenda presencia del viaducto, se percibe la sensación de cómo su potente tablero, siempre visto a contraluz, comprime el espacio por efecto de gravedad y de masa, y cómo por efecto de la compresión, el espacio tiende a fluir por sus laterales poniendo en relación los elementos urbanos que han asomado la cara al vacío. Creíamos que ahí estaba la clave y planteamos por ello un volumen elemental de arquitectura, que se levanta del plano del suelo para evitar cortar el espacio que ha comenzado a fluir. Producimos una nueva compresión para acentuar la relación entre los bordes
CRITERIOS DE DISEÑO: ESTRUCTURA Y ENVOLVENTE.
La posibilidad de poder segregar el programa funcional en dos cuerpos independientes, uno principal y otro de servicios auxiliares, permitió descomponer la edificación en dos volúmenes elementales elevados del plano del suelo.
El volumen del edificio auxiliar se sitúa a modo de pantalla, proporcionando la debida protección frente a las contaminaciones acústicas y ambientales que produce la circulación rápida sobre el viaducto.
Su escala se ajusta a las proporciones del viaducto y su altura se limita a la estricta necesidad para formar la pantalla. Entre los dos volúmenes se genera un espacio de relación, de proporción vertical, aislado y protegido de la negativa influencia del viaducto.
El edificio pantalla se resuelve con el mismo lenguaje brutalista de hormigón empleado en la construcción de las pilas y tablero del viaducto, completamente cerrado en su fachada poniente y diáfano hacia el espacio controlado
El edificio principal se plantea como un gran prisma de vidrio y acero, determinando su forma en claves de esencialidad y abstracción.
La sugerente idea de hacer flotar un gran volumen de acero implicó que la estructura adquiriera el carácter protagonista y relevante del proceso constructivo. Su diseño responde a las solicitudes espaciales que se plantean en la estrategia sobre el lugar. Para liberar el plano del suelo, se formó una estructura puente, apoyada en dos núcleos de hormigón dispuestos asimétricamente respecto del centro de gravedad del edificio.
La separación entre ejes de los núcleos de hormigón es de 53 m, volando la estructura asimétricamente 28 m y 11 m respectivamente en cada uno de los extremos.
Las cuatro plantas de oficinas, cuelgan de dos vigas metálicas de gran canto dispuestas en direcciones paralelas a las dos fachada principales y simplemente apoyadas sobre los núcleos de hormigón.
Este complejo sistema estructural, ha obligado un intenso estudio y control de las distintas relaciones de rigidez de los elementos implicados en el sistema constructivo atendiendo a los efectos de variación de temperatura, de presión y succión del viento, y posición de la sobrecarga en las deformaciones locales y globales.
El sistema constructivo se somete a un estricto método de modulación y prefabricación en una clara y coherente secuencia de ejecución: ESTRUCTURA PRINCIPAL+ SUBESTRUCTURA+PIEL. En definitiva, se trata pues, de una estructura carrozada con una envolvente de vidrio y acero.
El carácter de la envolvente es fundamental para conseguir la expresión del edificio; se pretende complejidad mediante una forma sencilla y elemental, valorando la materia, la textura y la densidad de los materiales.
La combinación de la veladura de acero con vidrios translucidos y transparentes en dos planos y la ligereza del sistema constructivo empleado para la fijación de los distintos elementos, da como resultado una envolvente de un gran valor inmaterial.