Casa Cuartel de La Guardia Civil
El edificio se dispone en dos piezas conformando una L que define la plaza de acceso abierta a la avenida de la Plana, vía de acceso natural desde el núcleo urbano. El acceso desde la plaza es común tanto para las dependencias oficiales como para las viviendas, estableciendo un único punto de control de entrada. La plaza se pavimenta y se ajardina con palmeras.
Una de las piezas alberga las dependencias oficiales; la otra pieza, más compleja, las viviendas. Las dos piezas se unen mediante un núcleo exterior de comunicaciones, ascensor y escaleras, que sirve tanto para el acceso a las viviendas en altura como de núcleo alternativo y de emergencia para las dependencias oficiales.
El edificio residencial se vuelve de espaldas a la plaza, buscando el Sur. Las viviendas familiares se organizan en las dos plantas inferiores, en dos hileras separadas por un corredor abierto de acceso. Cada vivienda se organiza en forma de L generando un patio privado al que se abren ventilaciones y vistas, con orientación sureste. A los apartamentos de las plantas altas que miran al sur y al mar, se accede desde un corredor exterior abierto a la plaza desde el núcleo exterior nexo de las dos piezas. Sobre la hilera de viviendas interior se eleva mediante pilotis un bloque de dos plantas que contiene los apartamentos. Se genera así un espacio exterior público y elevado para esparcimiento de los residentes.
El edificio de dependencias oficiales se organiza de manera compacta y clara, igualmente alrededor de un patio, favoreciendo la ubicación de los usos más públicos en la planta baja, más accesible.
La arquitectura hace referencia a la mediterránea habitual en la zona, volúmenes sencillos, patios bien orientados, protecciones solares y cubiertas planas. El control de la luz y de la intimidad se resuelve mediante celosías de GRC que favorecen la ventilación cruzada tanto en las viviendas como en el edificio de oficinas optimizando el comportamiento bioclimático del conjunto.