Nuevo Gimnasio del Club Náutico de Sevilla
Concurso Restringido. 1º Premio
La parcela en la que se asentará el edificio es de planta perfectamente rectangular. Sin embargo esta regularidad y simetría del solar en planta no se corresponde con una isotropía o neutralidad de sus bordes.
Mientras al este se vuelca al río, al oeste lo hace al vial interior del Club profunda asimetría del lugar va a incidir poderosamente en la ordenación y edificación.
La dualidad de usos, socios en general/equipos deportivos, con sus diferentes necesidades y características es otra de las bases de trabajo que condicionan la propuesta.
Se ha buscado la mayor compacidad y simplicidad volumétrica de la edificación, tanto por su mejor comportamiento energético, como por buscar la mayor racionalidad constructiva y la elegancia que radica en la sencillez, que no tiene por qué ser sinónimo de pobreza formal, sino al contrario.
Así se determina la organización del edificio como la superposición de dos plantas de prácticamente la misma extensión.
Para la imagen del edificio se recurre a acentuar la asimetría de orientaciones a que nos referimos anteriormente. Así hacia el río muestra una fachada acristalada que actúa como un espejo reflejando el río, la margen opuesta y el cielo.
Así, al tiempo de quedar protegido de vistas su interior en su uso diurno, la imagen del edificio consigue afirmarse como un sencillo pero rotundo volumen de líneas simples y, además metamorfosearse (más que camuflarse) en el propio entorno que lo circunda y que es, sin duda, un excepcional paisaje.
El conjunto de rampas y escaleras que acceden al nivel superior y un esbelto alero en voladizo, componen con el sencillo volumen la imagen de la fachada de acceso al edificio desde el vial.