Paseo marítimo de Ametllà de Mar
La actuación conecta el actual puerto de Sant Jordi d’Alfama con la nueva urbanización permitiendo la continuidad del Camino de Ronda.
Asimismo se quieren solucionar los problemas que puedan generar las estructuras urbanas cuando se ponen en contacto con los frentes del litoral, tanto en términos paisajísticos como circulatorios y de uso de las zonas costeras.
La previsión del Plan respecto al paseo de ronda proponía la ampliación de los márgenes del camino al límite de la costa (ZMT), desarrollándolo a lo largo del acantilado y conquistando así el frente litoral. Nuestra propuesta preserva el lugar y realiza la actuación dentro de un plano más interior, dejando la costa libre y favoreciendo la continuidad del paisaje, marcado por la fragilidad de la vegetación existente. Con esta decisión, conseguimos una buena coexistencia entre el paseo y la costa de l'Ametlla, que guarda así sus características naturales.
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La sección transversal del paseo se mantiene constante a lo largo del proyecto, adaptándose al máximo a la pendiente lateral del terreno: una franja de pavimento de piezas de hormigón prefabricado de 7 cm de grueso sale del muro limitador del espacio privado hacia el público con una anchura media de 3,5 m. Una estrecha zona de gravas sirve de transición entre la obra construida y la zona virgen frente al mar, colmada de vegetación de medida pequeña existente.
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El muro, de 90 cm de altura, de hormigón armado in situ coloreado con anilinas se va recortando al llegar a los límites de las parcelas donde aparecen las puertas privadas de acceso al paseo. Por la parte posterior, el muro soporta una estructura de rastreles de madera donde se colocan unas lamas de madera tratada al autoclave para llegar a una altura de 1,80 m totales para preservar las vistas hacia el interior de la parcela.
Esta sección tipo se deshace al llegar a los puntos de encuentro de las proyecciones de las calles de la urbanización con el frente litoral para conformar unas plazas más amplias donde recoger todas las circulaciones.
El paseo continúa bajando hacia la cala Calafató donde, a medio talud vegetal, arranca una pasarela de peatones de madera, soportada mediante pilones por encima de la vegetación, cruzando hacia el otro extremo de la cala.
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La vegetación acentúa las diversas partes de la intervención: dos hileras de algarrobos (ceratonia siliqua) en los tramos para peatones de las calles; higueras (ficus carica), acebuches (olea europea) y palmeras (washingtonia filifera) en las plazas de llegada, donde se sitúan dispersas entre la vegetación unas plazas de aparcamiento y finalmente, grupos de arbustos (philirea angustifolia, myoporum acuminatum, pistacia lentiscus, tamarix gallica) acompañando el tramo final de algunas calles de la urbanización.