Museo Y Sede Institucional Madinat Al Zahra
Recinto arqueológico Madinat al Zahra. Concurso 1er Premio
La visita al recinto arqueológico de Madinat al Zahra y al propio solar destinado al museo y sede institucional, provoca sentimientos encontrados. Por una parte, la nostalgia de un pasado remoto aún por redescubrir impregna el paisaje que se extiende hacia la sierra de Córdoba. Por otra parte el desordenado avance de las construcciones contemporáneas se cierne inquietante sobre el entorno de lo que un día fue ciudad-palacio.
Nuestra primera reacción al llegar al lugar habría de marcar desde el primer momento la futura propuesta: no debíamos edificar en aquel paisaje. Ante una extensión de tal amplitud que aún espera ser excavada en la antigua ciudad árabe, nos gustaría actuar como lo haría un arqueólogo: no construiremos un nuevo edificio, quizá, si somos afortunados, lo encontraremos bajo tierra, como si el paso del tiempo lo hubiera ocultado hasta hoy.
Estableceremos una malla ortogonal bidimensional, un punto de origen, y un nivel de altura referenciado. Delimitaremos las cajas rectangulares a partir de las que iniciar la excavación del terreno: eliminaremos capas sucesivas en estratos de espesor regular.
La paciente tarea termina produciendo resultados esperanzadores: nuestras fotos, dibujos, y notas de campo desvelan la planta de tres edificios cuyos muros acaban configurando los que serán los espacios principales de la nueva sede: el Museo, el Auditorio, el Taller-Almacén. Consolidaremos los muros, estableceremos una cota uniforme de remate, los cubriremos , a su alrededor adecuaremos nuevos espacios que servirán a los anteriores. Descubrimos pavimentos de antiguos patios y corredores: los restauraremos, los haremos protagonistas del nuevo proyecto. Delimitaremos, finalmente el ámbito de nuestra intervención construyendo un cerramiento perimetral: un recinto que protegerá los restos encontrados.
El edificio articulará sus nuevos usos en torno a una secuencia de llenos y vacíos, espacios cubiertos y patios que guiarán al viajero en su visita. A partir del vestíbulo principal se extiende un amplio patio de planta cuadrada, azul por el reflejo del estanque que lo preside , que como un claustro organizará en torno suyo los espacios públicos principales: exposición de maquetas, venta de libros y catálogos, cafetería, salón de actos, y salas de exposiciones. Otro patio profundo, longitudinal verde por la vegetación que lo envolverá,- articula áreas de uso privado: administración, talleres de conservación e investigación. Un último patio que reflejará la luz dorada de los atauriques y otros restos arqueológicos que en él se expondrán, constituye la prolongación exterior del espacio de exposición del museo. Una planta semisótano bajo rasante completa los espacios de exposición, auditorio y talleres, y alberga amplias áreas para almacenes e instalaciones.
Los materiales empleados responderán a los criterios que gobiernan el proyecto: los muros hallados en la excavación serán de hormigón blanco visto, con encofrado de tabla de madera; las cubiertas que sobre ellos descansan, serán delgadas losas; los solados de patios, de piedra caliza. La propia concepción del proyecto lleva implícito su futuro crecimiento, especialmente en las áreas de museo y talleres que, como si de resultado de nuevas excavaciones se tratase, podrían agregar nuevos pabellones.
El nuevo museo de Madinat al Zahra será un edificio introvertido, que no revelará al exterior la secuencia de sus espacios interiores: habrá aparecido en el paisaje silenciosamente, desenterrado como a lo largo de los próximos años lo harán los restos de la antigua ciudad de Abd al Rahman III.