La guardería “Els Pins” se situa en un solar del barrio de la Florida, en la población de Santa Perpètua de la Mogoda, cerca de Barcelona. El solar está parcialmente ocupado por la construcción de la guardería y su recinto, el resto del solar se ha urbanizado con el objetivo de integrar el equipamiento en el entorno caracterizado por casas unifamiliares y zonas verdes.
Una placeta protegida por unos setos y formalizada con la “incrustación” de unos arboles en el pavimento de hormigón según una trama aleatoria recibe a los usuarios y invita a detenerse. Este espacio está vinculado al propio edificio como si se tratase del primero de una serie de patios que unen consecutivamente el espacio interior con el exterior.
La estructura espacial crea un lugar con las características de una ciudad a escala reducida que llamamos la ciudad de los niños. Una matriz heterárquica, capaz de unir y organizar unos espacios agradables hace que sus delimitaciones se convierten en la principal expresión arquitectónica. Estos muros formando planos largos, cortos y plegados ofrecen una multitud de perspectivas y superposiciones en las que se formula el espacio como el vacío de variadas proporciones entre tierra, cielo y adobe.
La complejidad del orden espacial acompaña un reducido lenguaje constructivo y canon de materiales. La sencillez de las soluciones ayuda a los pequeños habitantes en la gran aventura de descubrir las condiciones básicas de su entorno. La orientación se ve apoyada por un concepto de acabados en el que contrastan los materiales “puros” (arcilla, hormigón y madera) con los acentos que marcan los diferentes colores empleados.
La guardería es un edificio de una sola planta organizada a partir de una trama de aulas y patios a lo largo de un pasillo central. Este pasillo atraviesa todo el centro desde el acceso principal en la calle Baronia hasta la marquesina de conexión con la guardería pre-existente.
Las aulas están agrupadas de dos en dos, compartiendo un núcleo sanitario. Este núcleo con acceso independiente desde cada aula está relacionado visualmente con las aulas y recibe luz natural a través de unos lucernarios. Cada grupo de aulas comparte además un patio que permite extender las actividades al aire libre.
Próximo a la entrada principal se encuentra una sala polivalente de manera que amplía el espacio del vestíbulo. La sala de las educadoras con su propio núcleo sanitario adaptado, la cocina, los almacenes y el cuarto de instalaciones se sitúan igualmente cerca de la entrada principal.
Todo el edificio se ha construido con un sistema de muros estructurales formados por piezas cerámicas machihembrados de formato 20 x 60cm y 260cm de altura, que descansan sobre las riostras de cimentación. La traba y el coronamiento de las piezas se realizan mediante zunchos de hormigón in situ. Los ladrillos monolíticos de Terreal disponen de una estructura celular gracias al proceso de extrusión. Esta estructura con varias cámaras de aire encerradas reduce la transmitancia térmica considerablemente.
El adobe, un material bien reconocido en el entorno de la guardería, convertido en “super-ladrillo” logra dotar los muros de una gran homogeneidad marcado nada más por unas juntas secas verticales cada 60cm y la propia textura de las superficies: lisa por una cara y estriada por la otra.
El hormigón es otro material que se aplica mostrando su presencia. En las entradas el edificio muestra su máxima expresividad con unos voladizos de cubierta que se apoyan en unas pantallas de hormigón armado. En la base y la corona, que atan los muros de ladrillos, el hormigón visto permite leer con naturalidad la construcción del edificio. En el pasillo que forma la “vía pública” en el interior del edificio donde la presencia directa del ladrillo que forma sus paredes y del hormigón que forma su techo recuerdan la ambigüedad entre exterior y interior.
Al interior se han trasdosado los muros con placas de cartón-yeso sobre una capa de aislamiento. Las divisiones interiores se colocaron también en seco. En el interior se colocó además carpinterías de madera y un pavimento vinílico, material que revisten también los paramentos de los núcleos sanitarios.
Las cubiertas se apoyan en los muros estructurales y se formaron sobre vigas de madera cada 60cm con una base de tableros contrachapados y un sistema invertido acabado con losas de hormigón celular. Todos los huecos están dotados de correderas de aluminio y unas protecciones exteriores con lamas de madera y toldos replegables.