Esta intervención se sitúa en la Ribera del Beiro, al norte de la ciudad de Granada. La presencia de un muro blanco delimitando la antigua propiedad militar de los Mondragones y rematado con sus torretas de vigía configura una imagen característica del lugar. A su vez, una alta fila de chopos marcan el recorrido ligeramente curvo del río, que discurre un par de metros por debajo de la calzada. Ahora, esa enorme manzana con sus antiguos pabellones se ha transformado en un complejo administrativo municipal y en su fachada este se dispone esta Guardería y Comedor como servicios complementarios.
El objetivo del proyecto ha sido resolver el programa de la forma más sencilla y completa posible, atendiendo a las peculiaridades del lugar, topografía, orientación, así como a la especificidad de su uso. La guardería es de 3 módulos, para niños de cero a tres años, y se ajusta a la normativa vigente que afecta a este tipo de instalaciones, especialmente en las superficies y características de cada uno de los espacios requeridos. También se han considerado las recomendaciones de un equipo de pedagogos para proporcionar espacios que faciliten el aprendizaje y el desarrollo de la psicomotricidad; relación con el exterior, iluminación y ventilación cruzada y terminaciones adecuadas que permitan el gateo, y asimismo que sean de fácil limpieza y mantenimiento.
El comedor se plantea con un funcionamiento y accesos independientes, aunque siguiendo la misma estructura unitaria del edificio. Una banda de instalaciones y una crujía de mayor tamaño para el comedor, vinculada a los jardines para permitir que pueda instalarse durante algunos meses al año servicio de mesas al aire libre.
La decisión más radical del proyecto ha sido aceptar anudarse a lo preexistente y desaparecer detrás del muro, con el reto de transformarlo sin destruirlo. Procurar un espacio interior coherente y adecuado al programa. La fachada se recorta para dar lugar a unos paneles de GRC lacados en colores diversos y que se separan del muro para permitir un acceso tangencial al patio de espera de la guardería. La utilización del color introduce una cierta vibración en lo preexistente y hace patente el cambio de carácter que corresponde a su nuevo uso.
El proyecto se ordena en bandas, de este a oeste se sitúan los espacios para el personal, oficinas y cocina, a continuación el corredor, rematado por un patio, la banda de baños y las aulas.
Las clases se caracterizan por tener una doble iluminación, ventanas altas por donde el sol de la mañana entra filtrado en verano por las hojas de árboles de la Ribera del Beiro y cristalera corrida al oeste protegida por una marquesina de hormigón y abierta a un jardín de albero en el que la vegetación vuelve a ser protagonista. Nos pareció prioritario que los niños puedan participar de esa percepción del exterior a lo largo de las estaciones del año, y para ello no bastaba con colocar ventanas ya que los niños viven pegados al suelo.
Conscientes de la importancia de minimizar el consumo energético y ante la imposibilidad económica de instalaciones de alta tecnología se ha recurrido una vez más a optimizar los recursos naturales y adaptarse a las condiciones de orientación, luminosidad, vegetación y elementos constructivos para lograrlo.
El aislamiento ha jugado un papel fundamental, todo el edificio se separa del suelo con una cámara de aire y se proyecta aislamiento en el forjado antihumedad. El aislamiento de las paredes es térmico y humídico. El primero se consigue con un pladur con Kaliber cuya masa puede ser veinticinco veces menor que un cerramiento convencional. Y el segundo es una barrera de vapor, importante para que la humedad no migre y aumentar el rendimiento de las instalaciones de climatización. En caso de Granada, por sus elevados saltos de temperatura, para evitar las posibles condensaciones interiores.
El diseño se adapta a la actividad que se desarrolla en ella, la guardería funciona principalmente en invierno, las alturas generosas de las clases al estar bien aislados térmicamente minimizan los riesgos de disconfort por estratificación aportando una especialidad de amplitud adecuado para los niños. Se evitan los rotores que producirían corrientes a las cotas inferiores que es precisamente donde están los pequeños usuarios. El sistema de climatización empleado, elegido por las restricciones económicas impuestas, y por su alta eficiencia energética han sido bombas de calor aire aire split de tecnología invertir. El uso de sistemas de esta tecnología elimina los problemas de estratificación que se generaban al emplear equipos split todo-nada también conocidos como equipos de velocidad fija.
La obra se había de realizar, y así ha ocurrido, en un plazo de cuatro meses y con un presupuesto exiguo, por lo que el sistema constructivo se propuso con estructura modulada de acero. Dos crujías que albergan los espacios interiores servidores y servidos, siguiendo un criterio de máxima racionalidad y economía. A una rápida ejecución se añade la flexibilidad de sus espacios que en un futuro podrían readaptarse a nuevas necesidades o cambios de la normativa de educación para centros escolares