El Parque Tecnológico es un polo de industrias de tecnología avanzada que cumple 25 años en 2010. Para pautar su última fase de crecimiento industrial decidió construir dos nuevos edificios, destinados respectivamente a investigación y producción informática y biotecnológica. Ambos debían de funcionar con total autonomía, aunque la actuación se consideró de un modo unitario.
La maqueta presentada al concurso proponía (con cedro, ébano y limoncillo) dos inserciones suaves, sin aristas, carentes de una geometría rotunda –no son círculos, ni elipses, ni óvalos-, cuyos perímetros no debían ser atravesados ni siquiera para acceder.
Son dos edificios compactos con una envolvente dúctil, como una masa de hierba o un tallo vegetal, que hubieran podido existir con anterioridad al trazado de los viales. La compacidad y la fachada de planos peinados permiten que la mirada del observador en movimiento (el conductor en el vial, el peatón en los caminos) rodee con suavidad los objetos.
La fachada es una doble piel ventilada que deja respirar al edificio. Relaciona el interior con el exterior y obtiene ventajas energéticas, climáticas, higiénicas y espaciales de ese intercambio. El espacio existente entre las dos membranas proporciona a los usuarios un lugar de relación permanente con el exterior.
La fachada es en realidad un espacio vertical, que acompaña a toda la altura, y que proporciona luz natural a los dos lados de la piel exterior. Es una fachada para la bruma del Norte. Su luz es la luz de la bruma, sin sombras. La luz es aquí como una materia continua y débil. Los edificios pierden sus límites y no hieren la luz.
Cada usuario ocupará el interior de acuerdo con sus necesidades. Pero la construcción de la fachada permanecerá, y con ella los elementos más ciertos, más permanentes. Se deja ver el hormigón con su sinceridad más ingenua y cruda. Los parasoles de vidrio, sin carpintería, se toman con pletinas de acero inoxidable sin tratar. Es una construcción "sin conservantes".
El vidrio exterior (que soporta un dibujo realizado a mano, con lápiz blando) proporciona un aspecto muy terso en un sentido, y totalmente abierto en el contrario.