Biblioteca del Monasterio de Fitero
Premio Europa Nostra 2002, Mención Especial
El espacio interior de esta pieza monacal se convierte en el gran protagonista de la intervención, ya que éste se recupera como un conjunto secuenciado de tres estancias públicas, que permiten conocer de manera sintética el proceso constructivo del conjunto monástico. Para ello, se recuperan los volúmenes originales con nuevas estructuras en cubierta, que reinterpretan las tradicionales de madera y mantienen el carácter masivo de la construcción histórica en piedra, ladrillo y yeso.
La zona de la cocina se convierte en entrada alternativa al Monasterio y a la propia biblioteca, por lo que se recupera su fachada de piedra, así como su sección mediante una estructura piramidal de madera que centraliza el antiguo espacio abovedado, gracias a una linterna que ilumina el lugar. Desde este zaguán se transita al espacio horizontal del refectorio, en penumbra, dispuesto para la exposición de pequeñas piezas y montajes audiovisuales, desde cuyo artesonado de madera se descuelga una escalera, que permite el acceso a la planta de la biblioteca, bajo su gran bóveda en posición central, con la tensión vertical que le confiere su gran altura. Una vez situados en el piso alto, el espacio se organiza en dos estratos de contemplación diferenciados. En uno inferior, aparece el área expositiva que se define como un mueble continuo de madera y vidrio inclinado para impedir reflejos molestos; y otro superior, protagonizado por la bóveda y sus decoraciones dieciochescas.
En definitiva, la intervención trata de mantener un cuidado equilibrio entre la recuperación de una pieza de la cual se tiene una memoria reciente y su adaptación a un uso futuro, mediante la introducción de aquellos mínimos elementos de organización espacial, que sin interferir en la lectura de los restos históricos, permiten el acondicionamiento y disfrute público de los espacios recuperados.