Espacio de trabajo en antigua carbonera
El local ocupa la planta baja de un bloque de viviendas en la que se ubicaba una de las últimas carboneras de Barcelona.
La cota interior del local, unos 2,5 metros hundida desde la calle y su gran altura permitieron construir un altillo ligero de perfiles metálicos y madera a la cota de acceso aprovechando la pendiente natural de la calle.
El altillo no cubre la totalidad de la planta sino que deja una crujía al descubierto para iluminar el nivel inferior y permitir un espacio a doble altura.
La distribución del espacio de trabajo es la misma en las dos plantas; una serie de despachos adosados al muro e iluminados por los lucernarios existentes en el altillo.
En cuanto a materiales, el altillo se pavimenta con moqueta de color gris, para mejorar el confort y la acústica, mientras la planta inferior mantiene un pavimento de hormigón tintado en negro. El techo del local formado por viguetas y revoltones de hormigón se mantiene y es pintado de blanco.