Estudio de Arquitectura
El proyecto se plantea como la rehabilitación integral de una antigua serrería, conservando su estructura y cerramiento perimetral actuales que se materializa en dos tratamientos diferentes de interior y exterior. El tratamiento exterior valora principalmente las características volumétricas del edificio mediante un tratamiento unitario y radical que define la nueva imagen del edificio, clara y ordenada por el cuidado despiece de los materiales, que contrasta evidentemente con la confusa y descuidada imagen de la edificación previa.
El tratamiento de la pieza busca un carácter rural pero emblemático, similar al aspecto de las construcciones agrícolas que tienden por su lógica constructiva y por el empleo de un único material a adoptar el carácter de objetos aislados. El empleo de un cerramiento metálico, en fachada y cubierta, superpuesto a la edificación actual lo afirma como un objeto autónomo en el paisaje, al tiempo que matiza su impacto por el suave reflejo de las tonalidades cambiantes del cielo y la vegetación.
Este carácter de elemento volumétrico abstracto se manifiesta especialmente en el tratamiento de los huecos de la fachada que se agrupan bajo la piel metálica exterior en grandes huecos horizontales que se abren mediante elementos móviles, dejando a la vista las ventanas existentes de la fachada interior más relacionadas con la escala y el uso cotidiano y permitiendo desde el interior disfrutar de las magníficas vistas del entorno, especialmente desde la planta superior.
En la planta baja, el cerramiento perforado bajo el vuelo existente se continúa como cierre del patio situado entre el edificio y la torre del antiguo transformador. De esta manera se difumina el contorno del edificio, minimizando su presencia cercana en el entorno, abstrayéndolo de su condición concreta de edificio-taller, y convirtiéndolo en un elemento lineal apoyado en el Camino de Santiago.
En el interior, la rehabilitación plantea la eliminación de las particiones existentes para posibilitar un espacio libre en ambas plantas, diferenciadas como oficinas y taller de arquitectura. Dentro de este espacio libre se evita en la medida de lo posible la introducción de acabados nuevos, valorando la estructura constructiva existente como un elemento atemporal que contraste con los nuevos elementos concebidos como mobiliario.